LA
EDUCACIÓN DEL FUTURO
“Los dogmas del pasado silencioso son
inadecuados para el presente tempestuoso. La ocasión es una montaña de
dificultades y debemos crecer con la circunstancia. Como nuestro caso es nuevo,
entonces tenemos que pensar de nuevo y actuar de nuevo. Debemos desencantarnos
nosotros mismos y así podremos salvar nuestro país”. Abraham Lincoln, 1862.
Estas palabras de Abraham Lincoln que Sir Ken
Robinson subraya en su conferencia “¿Las escuelas matan la creatividad?” (TED,
2010 me conducen a pensamientos ya elaborados sobre el sistema educativo del
futuro. Los dogmas, esos conceptos vagos y tan profundamente grabados en
nuestro ideario colectivo que el sistema social da por sentados y que sentimos
perdidos, nos han impedido cuestionarnos otros modelos educativos basados en
nuestras capacidades y talento. Pero nos encontramos en un momento de cambio,
apasionante y desconcertante a la vez y realmente no somos capaces de adivinar
dónde nos conducirá en apenas cinco años. Por ello, debemos educar a ser,no a
tener. Educar todo nuestro ser, nuestras capacidades creativas y talentos
naturales y desarrollarlos
conjuntamente.
La función principal de la inteligencia no es
sólo la capacidad para resolver problemas; los seres humanos somos capaces de
controlar y organizar nuestras operaciones mentales y de convertir nuestro
conocimiento en eficacia. Más allá de la resolución de problemas físicos o
matemáticos, la inteligencia nos proporciona el maravilloso don de resolver
cuestiones relacionadas con nuestra propia felicidad y convivencia social. La
inteligencia es dinámica, diversa, única. La creatividad es la capacidad humana
de creación pero también la fuerza de voluntad para construir la motivación y
conseguir que el producto final sea novedoso y útil, para que posea un valor
sociales fundamental y prioritario impulsar el desarrollo del pensamiento
creativo porque nuestro sistema educativo actual no potencia los talentos
individuales ni ofrece centros escolares donde se apoye la capacidad y la
inteligencia humana, la creatividad, el crecimiento del ser completo en proceso
de cambio. La tecnología, internet y los profesionales expertos en descubrir,
desarrollar y potenciar los talentos individuales deben formar parte de esta
revolución educativa, de este cambio de paradigma. Si seguimos valorando la
educación en función de paradigmas académicos, estaremos desperdiciando grandes
capacidades individuales.
Deberíamos ir cambiando la escala de valores
educativos e ir integrándolos en las capacidades individuales para desarrollar
nuestros talentos y nuestro potencial futuro. Cuestionemos los dogmas y aquello
que el sistema social da por sentado. Seamos como los niños, sin miedo a
equivocarnos porque, perdiéndolo, seremos originales, creativos y capaces de
construir las mentes del futuro. Con pasión y talento.
Fuente: Que aprendemos hoy.com
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