lunes, 8 de julio de 2013

INFORME

MITOS DE LA EDUCACIÓN MODERNA


Las más de 150 mil descargas, millón y medio de reproducciones en web, 48,500 fans en Facebook y 4,478 seguidores en Twitter de La educación prohibida, el documental que cuestiona los métodos de la educación occidental, y que propone una educación “centrada en el amor, el respeto, la libertad y el aprendizaje”, nos hizo despertar nuestro espíritu aguafiestas y preguntarle a un investigador en temas educativos qué opinaba al respecto. Y lógico, nos dijo que no era más que el mismo mito educativo que nos quieren endilgar desde hace varios años, pero sin ninguna investigación que respalde la validez de los nuevos métodos. Para completar la faena, nuestro amigo Carlos Vílchez-Román desbarata 6 mitos acerca de la educación moderna.



Por: Carlos Vílchez-Román
Bibliotecólogo, especialista en temas de educación.

A inicios del siglo XX la medicina era una profesión en la que la opinión de los “expertos” tenía el mismo nivel de importancia que los resultados de las investigaciones médicas. Los resultados, por supuesto, dejaban mucho que desear. Fue la presión de las compañías de seguro lo que obligó a los médicos a que respalden su práctica profesional en los resultados de la investigación científica, en lugar de basarse en las opiniones personales de supuestos expertos. Esta orientación se consolidó y fortaleció entre los años 1990-2010 dando lugar al enfoque conocido como “medicina basada en la evidencia”.

En el último decenio, el enfoque basado en evidencia se extendió a otras áreas como la agricultura, la prevención del crimen o la conservación del medio ambiente, lo que ha contribuido a su consolidación como disciplinas profesionales.

Sin embargo, en el campo educativo la opinión de los expertos o el recuento de casos anecdóticos tienen más importancia para la práctica profesional de los educadores que los resultados de la investigación. En los debates políticos, así como en los documentales y material de propaganda (por ejemplo, la reciente película La educación prohibida) estas opiniones y mitos se multiplican y repiten una y otra vez. Es decir, todo lo contrario a lo que ocurre con el enfoque basado en evidencia.

Felizmente, desde el año 2011, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) impulsa el empleo de evidencias de alta calidad en la elaboración de los programas presupuestales para educación. Si bien es cierto existe un amplio abanico de evidencias, actualmente se acepta que las revisiones sistemáticas y los meta análisis constituyen la síntesis de la mejor investigación. Y el MEF también las considera como las evidencias de mayor calidad a la hora de elaborar políticas públicas.

A continuación presentamos cinco mitos bastante populares en el campo educativo –más una consideración adicional sobre la evaluación docente–, ninguno de los cuales tiene respaldo en la evidencia de alta calidad.

1. El uso de computadoras hace que los niños aprendan más

La publicidad de los colegios particulares destaca el uso pedagógico de la informática como una de sus fortalezas. A nivel de políticas públicas, desde el año 2007 el Estado ha invertido más de 225 millones de dólares en la distribución de computadoras portátiles para los estudiantes de zonas rurales o colegios pobres, dentro del programa conocido como OLPC (One Laptop per Child).

Sin embargo, las dos evaluaciones de impacto del programa OLPC no solo demuestran un efecto negativo en el rendimiento en lenguaje y matemática, sino que también revelan que los estudiantes que recibieron computadoras estudian y leen menos, y prefieren no hacer las tareas escolares [1][2]. En Colombia, la evaluación de impacto del programa Computadoras para Educar también constató el efecto negativo del uso de computadoras en el rendimiento académico [3].

¿Acaso se trata de resultados aislados, que responden a las condiciones educativas de Colombia y Perú? Definitivamente no. Las revisiones sistemáticas y meta análisis realizados desde 1995 en estudiantes de primaria y secundaria muestran el impacto mínimo o casi nulo del uso de computadoras sobre el rendimiento académico [4][5][6]. Incluso un meta análisis sobre estudiantes de educación inicial, publicado el 2011, ya muestra un impacto negativo del uso pedagógico de la informática en la educación [7].

2. Las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional hacen que los niños aprendan más

Con tantos libros publicados, así como congresos, conferencias y talleres de capacitación realizados en torno a las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional, es muy difícil pensar que tanta gente, incluyendo los “especialistas y expertos” en educación, pudiera estar equivocada.

La popularidad del enfoque de las inteligencias contrasta con la evidencia que la cuestiona seriamente [8], ya que el propio Howard Gardner, el creador de la teoría de las inteligencias múltiples, en un reciente artículo señaló que él ya no se dedicará a demostrar la validez de su teoría [9]. Además, debemos recordar que las 6 inteligencias originales aumentaron a 8, luego a 10, después a 14, por lo que hoy se habla de la inteligencia existencial y la inteligencia medioambiental. Entonces, ¿realmente estamos hablando de inteligencias?

No solo eso, sino que la síntesis de la mejor investigación en la materia revela que los métodos educativos basados en la teoría de las inteligencias múltiples tiene un impacto mínimo o nulo en la mejora del rendimiento académico [10]. Frente a esta evidencia, algunos “especialistas y expertos” afirman que existen experiencias positivas, pero éstas por lo general corresponden a la aplicación del modelo de las inteligencias en colegios de nivel socioeconómico A-B, en los que además de las clases regulares, los niños suelen tener clases de refuerzo, tutor en casa, consejería psicológica, más todo el apoyo familiar propio de las familias de nivel socioeconómico A-B. Pero, cuando se filtra el efecto de la capacidad de gasto de las familias (lo que se logra al enfocarse en estudiantes que proceden de familias pobres), el impacto positivo de la aplicación de la teoría de las inteligencias simplemente desaparece.

3. “Mi mamá me mima” es un método obsoleto y no sirve para enseñar a leer

Actualmente, el método predominante para aprender a leer se conoce como enfoque comunicativo, el cual pone en contacto directo al niño con novelas y cuentos, le da más importancia a la comprensión del significado de los textos -que suelen estar acompañados de imágenes e ilustraciones- antes que a la lectura correcta (lo cual lleva a ser permisivos con los errores) y evita la explicación de la estructura de las palabras o la repetición de los sonidos que forman las palabras –es decir, rechazan el enfoque morfológico y fonético.

A pesar de la amplia popularidad del enfoque comunicativo para enseñar a leer, las revisiones sistemáticas y meta análisis muestran que el método del “Mi mamá me mima”, la expresión clásica del método morfológico y fonético, es más efectivo para enseñar a leer y desarrollar la comprensión de lectura [11][12][13]. Además, si tomamos en cuenta las experiencias que dejaron huella en nuestra vida, es imposible negar la importancia del cariño que nos brindaron nuestras madres en los primeros años de la infancia. Todo ello explica la alta efectividad del clásico “Mi mamá me mima”.

4. La mejor manera de aprender matemática y ciencia es permitir que los niños construyan sus conocimientos

El otro eslogan de la educación moderna es que los niños no requieren que una maestra o un profesor les enseñe, porque los niños son capaces de construir sus saberes. Esta visión constructivista de la educación también es conocida como aprendizaje por descubrimiento e indagación, y es uno de sus métodos más difundidos es el aprendizaje basado en problemas (ABP). Aunque a muchos padres de familia y personas con sentido común esta visión constructivista puede parecerles sorprendente e incluso inverosímil, lo cierto es que se trata de uno de los mitos más extendidos de la educación moderna, tal como se puede apreciar en la reciente película “La educación prohibida” y toda la propaganda alusiva al tema.

Una vez más, la síntesis de la mejor investigación presenta datos concluyentes: el aprendizaje por descubrimiento sin guía alguna por parte del profesor tiene un impacto negativo en el rendimiento académico, mientras que el aprendizaje por descubrimiento guiado tiene un impacto nulo cuando se le compara con la enseñanza directa [14]. A nivel de educación superior, los meta análisis revelan que el ABP tiene un impacto negativo en la comprensión de conceptos y principios [15][16].

5. El profesor ya no debe enseñar y transmitir conocimientos, sino debe ser un facilitador del aprendizaje

Casi todos los mitos revisados hasta acá pueden resumirse en el mayor eslogan de la educación moderna: la enseñanza debe estar centrada en el estudiante, por ello, el profesor debe convertirse en un facilitador del aprendizaje. Esta frase es repetida una y otra vez por los supuestos “especialistas y expertos” en educación.

Al igual que con los mitos anteriores, la síntesis de la mejor investigación ha demostrado que la enseñanza centrada en el profesor (expresada en la instrucción directa y el diseño de guiones de clase sumamente detallados) tiene un alto impacto en la mejora del rendimiento académico de los estudiantes de educación inicial, primaria y secundaria [17][18][19]. Por el contrario, los métodos de enseñanza que conciben al profesor como un mero facilitador o intermediario tienen un impacto nulo o negativo en el rendimiento académico.

6. A propósito de la evaluación docente

A raíz de la nueva propuesta de Ley de Carrera Magisterial se ha venido discutiendo la importancia de la evaluación docente, asumiendo que un alto desempeño en esas pruebas de alguna forma predice el futuro éxito académico de los estudiantes. Lo cierto es que estamos frente a otro mito, ya que no existe evidencia de calidad para sostener semejante afirmación. Lo que hay son algunos estudios de seguimiento al rendimiento de los estudiantes, realizados durante varios años. Allí se ha encontrado que el puntaje en las pruebas de evaluación docente tiene una relación muy pequeña con el mejor rendimiento de 270,000 estudiantes evaluados durante 1994-2003, por el contrario la experiencia docente tiene un relación 10 veces mayor en el rendimiento en matemática y 20 veces mayor en lectura. Es decir, a mayor experiencia docente, mejor rendimiento académico de los estudiantes [20]

En resumen, mientras los cambios educativos no estén centrados en la forma de enseñar, en el contacto humano entre profesores y estudiantes, las reformas educativas solo cambiarán aspectos logísticos y administrativos del proceso educativo, no el elemento central: el vínculo profesor-alumno que hace posible que el profesor enseñe y el estudiante aprenda.

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