POR: MANUEL BURGA DÍAZ HISTORIADOR DOCENTE UNIVERSITARIO
ESTE TEMA ha sido analizado,
y también criticado, repetidas veces, por el liberal chileno Arturo Fontaine,
tanto que le costó el cargo de director del Centro de Estudios Públicos en
Santiago. Otros liberales lo defenestraron.
La misma idea, me parece, la
desarrolló Ricardo Lagos, expresidente de Chile, con otros argumentos, en la
19ª Reunión de la Fundación Círculo de Montevideo, el 11 de julio pasado en el
Gran Teatro Nacional de Lima.
Las intervenciones de Carlos
Slim y Felipe González en este evento enfrentaron este mismo tema, desde
experiencias y formaciones profesionales muy diferentes.
El primero, un magnate
mexicano, sorprendió cuando dijo que una buena educación es el bien público más
preciado para distribuir equidad e igualdad en cualquier sociedad.
Recuerdo muy vivamente la
intervención del segundo, experimentado político español, quien sostuvo, con
pericia e inteligencia, que los fondos públicos destinados a la educación no
constituyen gasto, sino inversión.
Lo dijo muy claramente, como
para que los peruanos lo escucháramos bien: porque Perú enfatizó se encuentra
en un buen momento económico, con un ingreso per cápita que se aproxima al de
los países en desarrollo de AL, como Brasil, México y Chile, con clases medias
en ascenso.
Entonces, en esta situación,
hay que destinar todos los esfuerzos y fondos que podamos a la educación para
crear a un capital humano profesional que permita que el impulso económico, de
ahora, se convierta en una economía sostenible duradera.
Todos en este evento, gente
muy experimentada, se pronunciaron por una educación de calidad, sea pública o
privada.
La mayoría, en nuestro país,
sabemos que las universidades públicas andan mal, unas muy mal, y que muchas
privadas han convertido a la educación en un negocio lucrativo, en algunos
casos sin decencia alguna.
Estamos muy lejos de los
mejores sistemas universitarios en AL, y si no tenemos un cambio educativo, este buen momento
económico tendrá pies muy frágiles y poco futuro.
Entonces, ¿cómo es posible
entender tanta resistencia a la nueva ley universitaria que pretende, por las
intenciones expresadas, mejorarla y ponerle regulación al excesivo lucro?
El Comercio, en su edición
del 21 de julio, publicó una encuesta en la que la pregunta ¿Conoce o ha
escuchado hablar del proyecto de ley universitaria que tiene por objeto normar
la creación, funcionamiento y supervisión de las universidades para mejorar su
calidad? 43% respondió que sí conocían,
pero una mayoría de 54% desconocía.
Preguntaron a los que sí conocían: ¿Por lo
que sabe, está de acuerdo o en desacuerdo con el proyecto de reforma
universitaria? El 59% respondió: de acuerdo.
Podemos concluir que una
buena proporción de peruanos, que conocen el tema universitario, sí están de
acuerdo en que se reforme la universidad.
Me parece, en consecuencia, que existe una buena demanda social y muy
buenas razones para que el Congreso continúe este debate y perfeccione el
predictamen actual.
FUENTE:http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia-el-lucro-la-educacion-si-importa-8258.aspx#.UfK5AtLcmuI
FUENTE:http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia-el-lucro-la-educacion-si-importa-8258.aspx#.UfK5AtLcmuI
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